Época: Barroco18
Inicio: Año 1550
Fin: Año 1700

Antecedente:
El arte en las Indias

(C) Victor Nieto y Alicia Cámara



Comentario

Fue un fenómeno generalizado en la Europa barroca la utilización, por parte de pintores, escultores y arquitectos, de grabados como fuente de inspiración para sus obras. Nada puede pues extrañamos que en América ocurriera lo mismo e incluso se agudizara dada la dificultad de que los artistas pudieran hacer viajes para conocer los modelos originales. Se ha llegado a decir (J. A. Manrique) que muchas diferencias con respecto al arte europeo se explicarían por un mal entendimiento del modelo propuesto.Esos modelos llegaron sobre todo a través de los grabados. En el siglo XVI en Nueva España, la influencia de grabados europeos en madera se puede comprobar ya en algunas de las pinturas de los claustros de los conventos. Muchas veces los grabados no fueron adquiridos como tales, para servir de fuente de inspiración, sino que fueron las imágenes de los misales o las Biblias las utilizadas. En muchos casos, además, no eran posesión del artista, sino de las órdenes religiosas o los clientes para los que éste trabajaba. En esta forma debieron conocer los artistas la impresionante reconstrucción llevada a cabo por el jesuita Villalpando del templo de Jerusalén que había sido publicada a comienzos del siglo XVII. La huella de sus grabados se encuentra lo mismo en la pintura de Cuzco que en un retablo de Potosí, sobre el que se especifica en un contrato de 1677 que el "sagrario ha de ser en la forma y según está en una estampa que está por principio de un libro (aquí cita la obra de Villalpando)... menos los bultos de profetas que están en dicha estampa".El que fuera el cliente el poseedor del grabado fue muy frecuente, pues en algunos contratos se especifica el modelo que se ha de seguir y a quién pertenece dicho modelo, lo cual puede hacernos pensar en una cierta supeditación del artista al gusto de unos clientes que recibían lo nuevo desde Europa a través de los grabados. Por otra parte, cuando lo nuevo ya había llegado a una ciudad, las obras realizadas podían servir de modelo para las siguientes, lo cual también se especificará a veces en los contratos: hacer una portada igual que otra de la misma ciudad, variar algo una traza para que no resulte idéntica a la de un retablo tomado como modelo...Los grabados de Rubens difundieron la obra de este pintor; su influencia, con la de Bolswert, se puede detectar tanto en la obra de Miguel de Santiago en Quito, como en la de Basilio Pacheco, ya en el siglo XVIII, en Cuzco. Por su parte, los modelos de los hermanos Klauber, grabadores alemanes del siglo XVIII, conocieron una impresionante difusión a partir de 1760 en tierras americanas y se pueden detectar como fuente de inspiración tanto en la pintura de Quito como en algunas de las esculturas del Aleijadinho. El éxito de los grabados de los Klauber fue tal que se utilizó como argumento en contra del gusto barroco cuando los nuevos tiempos trajeron el Neoclasicismo, criticándose entonces a un artista porque su "arquitectura de altares siguió la desarreglada de Klauber y aún adelantó los sueños de Borromini". La Academia vino a sustituir todo esto con la reutilización de tratados como los de Vitruvio, Vignola o Arfe, que, aunque manejados desde el siglo XVI, habían ido quedando ocultos por la fuerza escenográfica del Barroco americano.El tratado de Vignola sobre los cinco órdenes de la arquitectura no había dejado de ser utilizado en América desde fines del siglo XVI, pues además era un tratado de muy fácil manejo. Su huella se puede ver por ejemplo en la obra del arquitecto mexicano Miguel Custodio Durán en la primera mitad del siglo XVIII, mezclada con la influencia de fray Juan Rizzi y su orden salomónico entero, cuya influencia por cierto fue también muy grande y detectable lo mismo en México que en Potosí. Se ha observado también que la difusión en la utilización de la columna salomónica se hizo en gran medida merced al tratado del jesuita A. Pozzo. Los grabados difundieron la obra de Miguel Angel, aunque el éxito mayor lo tuvieron, en cuanto a la arquitectura, aquellos modelos que, como los citados, formaban parte de tratados en los que además de la imagen también se explicaban los distintos procesos que llevaban a esos resultados. De ahí la influencia de un tratado como el de fray Lorenzo de San Nicolás incluso en Brasil.Quizá uno de los tratadistas de arquitectura que más influyó en los virreinatos españoles en América fue Serlio. La traducción al español que se había hecho de sus libros Tercero y Cuarto en 1552 y sus sucesivas reediciones fueron manejadas durante siglos. En estos libros y en los otros de Serlio -no traducidos, pero de los que se tiene constancia de su presencia en bibliotecas americanas- tuvieron los arquitectos un repertorio de modelos capaz de satisfacer cualquier necesidad dentro de un gusto por lo nuevo que fue general durante el período colonial. Su mayor éxito data del siglo XVI, pues luego otros tratados vinieron a sustituirlo en tanto que novedad, pero hasta el siglo XVIII se pueden ver obras inspiradas por los grabados de sus libros. Diego de Porres en Guatemala seguía utilizando a Serlio en el siglo XVIII y la planta de la capilla del Pocito en Guadalupe (México), obra de Guerrero y Torres, se inspira en un modelo de Serlio. También recurrió a este tratadista el autor de la portada del Hospital de San Andrés en Cuzco o quien decoró la bóveda de la capilla de indios del convento agustino de Actopan, en México. Incluso en los casetones de las bóvedas y en la cúpula de la catedral de Mérida (Yucatán) se ha querido ver influencia de los grabados de Serlio.Sobre la influencia de los grabados en la arquitectura, lo más estudiado han sido los modelos de puertas, la decoración, los órdenes..., con un cierto carácter de fragmento que es probablemente como los utilizaron casi siempre los artistas. Las versiones de arquetipos del arte occidental, conocidos también a través de grabados, como el Panteón, la basílica de San Pedro proyectada por Bramante, o las reconstrucciones imaginadas del templo de Salomón pueden aportar nuevos puntos de vista sobre los mecanismos de asimilación de modelos en los territorios americanos durante el período colonial. La utilización de grabados, insistimos, no es privativo ni mucho menos del arte de las Indias, y la interpretación de dichos grabados estuvo mediatizada -al igual que en todo el arte occidental- por el grado de formación del artista, los condicionamientos materiales, la tradición e incluso los intereses de los clientes, siendo éstos los factores que diferencian a los diversos centros artísticos.Las fundaciones religiosas americanas tuvieron que competir desde los primeros años de la Conquista con la monumentalidad de la arquitectura religiosa prehispánica. A esto se debe, en parte, lo desmesurado en muchos casos de estos programas, si bien, en España, durante la Edad Media y el Renacimiento, también se produjo una desproporción análoga entre la imagen del monumento y su función. En los programas arquitectónicos que se llevan a cabo en un medio rural es frecuente hallar una desproporción entre el volumen de la iglesia y el entorno urbano. Indudablemente, las imponentes dimensiones de muchos edificios no se justificaban por razones prácticas relacionadas con la población, sino como un fenómeno de imagen que es paralelo a la desproporción entre la población y el número de iglesias y conventos de algunas ciudades.